jueves, 3 de octubre de 2019

Baje las escaleras mecánicas y tome el subte. El ruido de la locomotora de vapor siempre me adormece.Siento un leve nuevo movimiento y abro los ojos. Otra vez las escaleras, aun no llegue al anden ni tome el transporte. Intento observar la salida pero esta oscura. Comienzo a olvidar como debería lucir el subterráneo. Mi institutriz me despierta, leo el año en el diario que lee y recuerdo que debo esperar unos años más para depositar los objetos en los sueños de sus posibles creadores.

Manzanas
Nadie comprendería porque me casé con Martín. Creen que lloro luego de 50 años de casados. Solo sé que ya no tengo motivo para seguir comprando manzanas. Miro al cielo. Después de tanta tormenta, el día esta soleado y sin nubes. Recordándome que termino el frío invierno.
No fui chica de altas calificaciones, pero me gustaba los concursos y el dinero que podría ganar en esa ocasión era necesario en mi hogar. Me prepare, representaría a mi secundaria. Me había dedicado a  estudiar sin descanso.
La primera consigna fue describir "El ocaso".
- Crepúsculo vespertino, declive, el descenso, el retroceso o el final de algo, momento en el que el sol atraviesa la línea del horizonte y desaparece de nuestra vista. Dije sin parpadear.
 Me aplaudieron. Se maravillaron de la rapidez de mis palabras. El conductor se sorprendió, la cámara me amaba.
-La segunda palabra es "Trinchera"-Anunció.
 -Surco que los soldados realizan en la tierra con el objetivo de protegerse de los ataques enemigos, de modo simbólico es el nombre que recibe a un espacio de confrontación o de lucha.
Pasaron los otros concursantes, perdían sin mas. De repente, quede sola y el conductor vociferó:
-La ultima "Desierto".
-Lugar despoblado e inhabitado, arenoso o pedregoso que carece de vegetación. Todas las luces de colores se encendieron, comenzaron a caer globos. La hinchada gritaba enloquecida, había ganado.
Era feliz. Era implacable.
El conductor pidió silencio, los aplausos cesaron. "Todo o nada" se dibujo en la pantalla y acepte.
-La palabra es "Viento".
 Comencé a temblar. Me tapaba los ojos, no se me ocurría nada. Me había quedado sin palabras. Perdí.
Lloré sin parar abrazando mi almohada. Volver al colegio después de eso fue una tortura mas grande que la que imagine. Mas que nada mi compañero Martín se dedicaba a perseguirme. Rompía mis cosas, o las lanzaba a la basura. Convencía al resto de que me tiraran agua, me escupieran chicles. Mis padres no supieron hacer otra cosa que cambiar de ciudad y alejarme.
Años después, Martín y yo nos vimos de nuevo. Estaba sola en la fila del cine al igual que él. Lo reconocí fácilmente, a pesar de la barba y la gordura, y comenzamos a charlar de la vida. De pronto eramos novios y a los meses nos casamos. Nunca fui capaz de lastimar una mosca, pero sabia que el cianuro es fatal si esperaba lo suficiente.
Mientras entierran a mi marido pienso en el viento. Sonrió. Podría haber contestado algo poético como "La primavera tardía nos contagio su aliento de flores".

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