martes, 10 de enero de 2023

Después de tanto tiempo al fin pude ingresar a tan famoso bar.. unico porque cada una media hora su enorme ventanal muestra una ciudad completamente diferente, que solo se puede ver, estudiar, analizar ese periodo de tiempo.
Por ello hay que asegurarse el horario donde uno entró para que después pueda bajar a su ciudad natal.
por eso hay gente tan extraña y desconocida en este sitio.
Vine con la intención de tranquilidad en un paisaje montañoso, o sereno como una playa inhabitada.
Los extraños alrededor se inclinaba más al ventanal cuando nos rodeaba una ciudad ruidosa, de altos edificios, tecnología extraordinaria o similar.
Cuando vi el lugar más tranquilo que podría imaginar, una pequeña casa al lado de un lago de ensueño, me acerque lentamente a la puerta.
Me detuvo una criatura diferente a la que atendió cuando ingresé. Y me dijo del modo más calmado que le muestre mí tarjeta para demostrar que ese era mí lugar de retorno.
Me explico que los seres alrededor muchos vienen de sitios así, desolados, con la intención de pasar al menos un tiempo frente a alguien más que ellos solos. Que algunos intentan cruzar la puerta cuando ve una multitud, pero saben que nunca estuvieron en un lugar así y que no vale la pena arriesgarse y perderse entre desconocidos.
Yo no quiero eso, contesté. Quiero un lugar tranquilo, en profundo silencio.
Cariño, se que es difícil de comprender. Intenta conversar con alguien alrededor y quizás escuches la mejor respuesta.

angustia y cuerpo

Al otro lado del espejo,
Una mujer llora
Mientras se baña.
Una humedad distinta
Empaña el cristal,
No distingue su forma con las gotas
Que se forman en todas
Y ninguna parte.
Cómo quisiera abrazar
A esa mujer
Y romper el espejo.
Pero estoy tan lejos.
Soy nube y ya no condensó.
Soy palabra 
y sin poder decir nada,
Desaparezco.

jueves, 5 de enero de 2023

mensaje

Levanto el teléfono del suelo, se que está roto pero al verlo está impecable. Mi mamá me apura, tenemos entradas al teatro y estamos sobre la hora.
No vemos taxis, decide que un colectivo nos dejara cerca. Subimos, de momento estaba lleno pero al instante de abonar los pasajeros se bajaron. Mamá no dice nada. Tomamos el asiento de adelante, el de discapacitados. Pide que vaya rápido porque estábamos en una urgencia. Nunca la Vi tan preocupada de llegar a un sitio. 
Tomo mi celular para mandar un mensaje a mi novio, el túnel está paralizado de autos y el colectivo frena de golpe. Mi teléfono se cae al suelo, lo levanto, está sano. Mí mamá me apura porque llegaremos tarde. El colectivero tiene una cara que ya vi antes. No entiendo porque está tan apurada mí mamá, y yo le hecho la culpa a esta secuencia que se repite. Porque se que aunque guarde el teléfono en cualquier bolsillo de mí saco o cartera volará por los aires por culpa del impacto.
Está será la última vez, pienso. Y antes de tomar el celular del suelo le pido a mamá que pare, que no llegaremos, que quiero llorar porque no de que está pasando hoy. 
Mí mamá cambia de cara, me abraza. Se que no me vas a creer, dice. Pablo te engaña y solo quería hacer que lo vieras con tus ojos, cariño. 
Mí mundo colapsa pero lo entiendo y por primera vez, tomo el celular y está machucado, roto aplastado y con el poco impulso que tomó, cae debajo del colectivo que se escapa a lo lejos, lleno de gente apretada hacia un túnel vacío.