miércoles, 14 de septiembre de 2022

Morada

Trabajaba en un proyecto para un hotel, un edificio largo y aburrido. Quisiera tanto hacer algo distinto.

En mi ventana veo un hornero construyendo una casa de barro dentro de una vieja parrilla de ladrillo y cemento. Me imagino que seria si en lugar de hacer un nido le armo una casa.

Deje mi hoja y comencé a armar un nuevo proyecto, una pequeña y eficiente casa para el hornero. ¿Cuántas habitaciones tendría? Trazo el cuadrado y apunto una habitación con puerta y ventanas. ¿Necesitaría el ave tener un segundo piso? Dibujo el espacio suficiente como para una cama matrimonial ¿Necesitara una habitación para hijos?

Pienso que pagaría con objetos brillantes como los cuervos. Esos hacen nidos comunes pero quizás también querrían una casa.

Si otra ave entrará a la casilla, ¿el hornero le cobraría algún tipo de alquiler? Y si el otro se quiere quedar en el lugar, ¿seria eso una usurpación?

Mi mente divagaba más y más, ¿Debería construir una casa para todas las aves? ¿Habría guerra entre ellas por cual toma el lugar?

Mi lápiz, mi mano y mi sonrisa se detuvieron al instante.. ¿Seria yo culpable de una posible masacre?

No quiero pensar mas, destrozo el papel, tomo un martillo y derribo la parrilla.