jueves, 31 de octubre de 2019

Ambición


Despertó bañado en sudor, otra vez envuelto en sueños idílicos, había olvidado encender el ventilador de techo.
Desayunó una rebanada de pan con dulce de leche traído de La Pampa, un viaje que realizó 5 años atrás, cuando creyó que su sitio era el campo. Homero fue en su juventud, entre tantas cosas, un cazador de serpientes.  Coleccionaba varios cascabeles en distintas vitrinasTambién fue filántropo; juntaba monedas de cobre, todas del año 1788, de distintos lugares del mundo.
Observó a su derecha la pintura del Vaticano. Otro viaje que había realizado hace unos años. Cuando creyó haber recibido la llamada de Dios.
-Me parece que podrías esforzarte un poco más- Se decía a sí mismo, sin acritud.
 Esperanzado de encontrar un lugar donde pertenecer, no notó cómo se transformaba en un esperpento. Planeando su próximo proyecto, no notó los escalofríos, ni el subir de la fiebre en el periodo álgido que lo esperaba tras comer productos vencidos. Nunca supo en qué momento se le escapó la vida.

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