jueves, 5 de septiembre de 2019

primicia
Novedad. Una ola de publicidades. Lo pensaron bien. Primero removieron el correo spam del email. El sistema separatista desapareció. Todo entra a la bandeja de entrada y se volvió un caos.
Vi cuando lo mataron. Esos correos invasivos de famosos favoritos comprando que se yo que cosa. Estaba revisando mis redes sociales cuando surgió el vídeo que debía ser una propaganda. Un rockero de moda compraba una bebida energética en un falso mercado, sonríe a la cámara. Dos hombres aparecen, uno le apunta con un arma y el otro le clava un cuchillo en el cuello...
Apagón. Incluso mi celular y mi notebook se torna negro. Un segundo después todo volvió a la normalidad menos yo. Mis correos no abrían. Ni siquiera podía hacerme una cuenta nueva. Todo estaba confuso. Salí a la calle, buscaba algún bar con computadoras a seguir intentando ingresar. Perdido, me dormí bajo un cartel iluminado. Nadie en los televisores y radios hablaban de lo sucedido. DE LO QUE VI.
Días pasé entrando en sitios, mirando todos los medios de difusión existente. Los perseguía. Al paso del tiempo ya no me importaba quien se murió, solo quería volver a mi vida. Así ocurrió, una mañana que me echó la policía y volví a mi departamento vi como todo retomaba. Esas bellas publicidades, mi tarjeta de crédito llena de un cobro que no recordaba y una oferta. Un arma en oferta. Un cuchillo, una campera, una máscara y una estadía. Un viaje de ida a un psiquiátrico.

clepsidra
El día que los relojes pararon todos estábamos contentos. Todos menos Noé. Ese joven que ingreso en la última lista de vendedores a la empresa de telecomunicaciones donde trabajo. Tuve que insistirle varios días para que se una a la secta satánica. Entre varios le ofrecimos dinero para la capa roja, el cuchillo de runas... el miraba para otro lado, así, raro. Distinto.
A la inauguración de la primera iglesia no entró. Lo vi, mirándonos desde la puerta, con esos ojos azules parecía sentenciarnos. Incluso tuvo la osadía de querer detener el primer sacrificio humano que congraciamos. no había forma de razonar con él.
El día que los relojes se detuvieron, le sonreí. Me acerque para felicitarlo, festejar. Toscamente se arrodilló, algo le pasaba. Su espalda se cubrió de un brillo enceguecedor. Unas flameantes alas blancas surgieron y un nimbo ocupo su cabeza. Me miró, estaba llorando. Al instante ascendió a los cielos para perderse entre las nubes.

Oso hormiguero
Largas uñas defensivas. Un pelaje distintivo entre gris y negro. Una trompa sin dientes. Solo una pegajosa lengua lista para comer hormigas y termitas. Un excelente olfato, no tan buena vista. Casi no molesta, ya que duerme quince horas diarias. Como mamífero es único, de la más baja temperatura garantizada, sus 32º de calidez innata. Al limite de la extinción, fueron cazados, comidos Mascota es, cuando lo encuentran huérfano, a la deriva... Hoy en día se usan sus partes para medicina y como correa para caballos.

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