viernes, 12 de mayo de 2023

Felting

 Soy lana, color cielo y soy libre en mi forma. Junto con otros varios colores estoy esperando mi momento.

Me tiene un esquinero lleno de todas sus herramientas para artesanías. Llevo tiempo allí, olvidada. Junto al telar, los lápices de colores, los libros para colorear y el kit de bordado. Soy otro hobby del montón.

Cuando me escoja, sentiré el calor de sus manos. Sentiré las pequeñas punzadas que me darán silueta y vida.

Soy un montoncito de vellón a punto de ser. ¿Qué seré? Solo mi dueña lo sabe. Por ahora tengo forma de nube de oveja. 

Hoy me eligió. Me cargó con ambas manos y me llevó a la pequeña mesa junto a la aguja punta estrella y la fina tijera. 

Pone música. Me toma y me desarma para volver a armarme. Me vuelvo aire y hebras por un momento. De a poco dejo mi ligereza y me vuelvo cada vez más dura. Apretada entre yo y yo. Nudo tras nudo me achica. 

Lleva algo más de dos horas intentando convertirme en lo que su mente dibuja. Solo me suelta para revisar si mi anatomía es acorde a lo que piensa que soy, qué podré ser.

Mantiene sus ojos fijos en mí para evitar pincharse. A veces la aguja le punza el dedo, pero no la detiene. No se toma tiempo en tratar la herida. 

Da los últimos detalles. Tengo ojos, tengo orejas, tengo boca y sonrió. Ella también se alegra. Al fin soy: ¡Un elefante!.

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