Cada año, como aniversario me come una costilla.
Aparece en la noche, en sueños profundos.
Celebra nuestra reunión y me lleva a pasear.
Busca enamorarme.
Me encierra en sus ojos, me contamina.
Mientras caigo ante su veneno me mira, hambriento.
No queda escapatoria.
Al año vuelve.
Soy su juego.
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