sábado, 28 de septiembre de 2024

ravioles

Hay cosas que si las pensas una vez, no dejan de sucederte. En mí caso fue ver al gato atento con los pájaros del jardín cantando su melodia.
A partir de ahí, me quedé con la idea de cómo sería si por ejemplo unos ravioles me cantarán. Digo ravioles como puede ser cualquier otra pasta, carne, verduras, frutas, no sé. Lo que se come.
Y justo me vino a pasar un martes. pero no cualquier martes, sino el "martes" donde tengo que ir a conocer a la familia de mí novia. y no es cualquier familia, sino una muy complicada. ya estaba mentalizado que la iba a cagar.
primero por andar paveando media hora antes de salir y segundo porque soy yo.
Empecé informal, para sacarme los nervios. Le dije papá a mí suegro. La cara de mí novia, igual a la de toda mujer que pasa por alguien como yo. Fue exactamente esa que imaginas.
Lo siguiente fue sentarme en la mesa y requerir de mí chica cualquier objeto que estaba cerca pero me daba vergüenza tomar por mis manos.
Mí suegra ocupada en la cocina, mí sudor de pies a cabeza. Apenas podía oír la conversación sobre como algunos peces como los pez rayas bebés lucían tan similares en color y forma a los ravioles.
No quería pensar en pájaros y ravioles. Menos peces y ravioles. Y mucho menos en que sonido harían los pájaros, los peces y los ravioles para un gato doméstico.
Mí novia insistía que estaba ante una prueba, no sé cuál, que tenga precaución. Por momentos de que se quería ir.
Y llegaron los famosos ravioles. Eran un poco más chicos, un poco menos blancos. No sabía cómo evitar escuchar ese canto leve, ese suspiro melodioso de ave en el plato frente a mí.
Tomé fuerza. Apreté el tenedor para que silenciara ese ser y lo comí.
Su sabor era distinto, algún relleno de atún o similar. Medio aguado. Muy aguado. Me termine el plato frente a un extraño asombro de mis suegros y mí novia. Una sobre exaltación que resultó en mí suegro abrazándome, llamándome hijo y aceptandome como miembro en la familia.
Pero al mes o dos, pensé en como se sentirá meter los cuernos y estoy soltero de vuelta. Así soy yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario